Foto reportaje Daniel Casas
Puebla, Pue.- De hechuras preciosas y vanguardistas, testigo de hazañas entrañables, más que un punto obligado en cualquier mapa turístico, el estadio Cuauhtémoc es uno de los lugares con más corazón en la historia de Puebla.
Inaugurado el 6 de octubre de 1968, el Coloso de Maravillas ha sido protagonista de capítulos memorables en la historia del deporte: la preinauguración de los primeros Juegos Olímpicos realizados en México; convertirse en el segundo estadio en la historia del futbol en acoger dos Copas del Mundo de la FIFA (después del estadio Azteca); dar luz al gol imposible de Diego Armando Maradona a los italianos (el cual abrió su camino a la gloria de México 86 y, por consiguiente, al Olimpo balompédico).
La legendaria pelea entre Julio César Chávez y Andy Holligan (donde el mejor pugilista mexicano de todos los tiempos retuvo su cetro superligero del CMB) y, por supuesto, ser el dueño de las glorias del Puebla de la Franja, tales como su primer campeonato de liga (1983), su consagración como ‘Campeonísimo’ del futbol mexicano (1990), su ascenso a Primera División (2007) o su primera participación en Copa Libertadores (2016).
Tras un par de remodelaciones, mismas que hoy en día lo colocan como uno de los recintos deportivos más emblemáticos y funcionales de México, el estadio Cuauhtémoc aguarda por volver a recibir la pasión de la gente que lo ha acompañado a lo largo de más de medio siglo. (Miguel Caballero)